lunes, julio 11


Poema Inclusivo

Toda belleza que despierta entre algodones
no estará necesariamente indemne
si no quiso escapar a los suplicios de la noche
Despertar no es siempre conveniente.
El mundo necesita de campeones, con o sin héroe
o heroína:
Son los cantos de la sangre que aceita el eje
Y todo gira, convenientemente.
El punto es que esto día a día se torna repetitivo
las noticias, la indignación, luego
-y en ese orden-
piedad compartida, fotografías
virtuales monumentos,
y el silencio. Todos dormiremos bien luego.
Cada belleza que se hunde en el espanto
de la realidad, está visto
surgirá como un dolor del pasado
huirá del calentamiento global
llamará al Abominable Hombre
de la Nieve
se morderá los labios esta madrugada,
no pensará más en ti.

sábado, mayo 24

Guía para no buscar a Vallejo en París

Tal vez resulte difícil de entender, pero estar en París, hablando un 2.5% de francés, y buscar la tumba de César Vallejo durante horas es una aventura que pocos emprenderían. Menos aún si se busca al vate en el cementerio de Montmartre y en el de Père-Lachaise, sin encontrar el descanso de sus huesos –parafraseando a don César: perdón por la tristeza–, pues su alma seguro sigue trabajando.
Uno llega a pensar que Vallejo no se murió nunca, o que anda durmiendo en uno y otro cementerio, solo para jugarle una broma al escritor peruano que lo busca desesperadamente en París. Porque en francés caminar se dice marcher, y la verdad es que marchamos como soldados peruanos en Fiestas Patrias, en pleno sol de la avenida Brasil.
Claro, ahora puedo asegurar que el poeta estaba enterrado en Montparnasse. Pero vamos por partes.
La idea era encontrar la tumba del poeta universal antes del mediodía, y para eso contaba con la ayuda de mi esposa, Elsa, artista plástica francesa de Auxerre, ella. Pero aunque nos duela, de Vallejo
no había oído hablar ni papa, culpa mía seguramente. “Internet es una buena herramienta para ese tipo de cosas”, nos dijeron. Pero la ignorancia es atrevida, respondí, y en eso los guardias de los cementerios franceses nos apoyaron mucho. “En eso de atrevimiento nadie nos gana”, aseguraron.
Lo primero que hay que tener en cuenta es la monumental red de líneas en el metro de París. Serán 20 o 50, número referencial cuando igual parecen 100, entre idas y vueltas, retornos y retrasos. Por supuesto que cada una ostenta un color distinto “para guiar al viajero”, o para llevarlo igual a la torre Eiffel que a Nueva Guinea, si uno se distrae. Pero ese es otro tema.
En fin, luego de que el metro de París nos depositara –literalmente– en el primero de los cementerios, le Cimetière de Montmartre, alrededor de las 11 de la mañana, empezamos a revisar la lista de ilustres inquilinos, hábilmente colocada de espaldas a la puerta principal: Alejandro Dumas, Dalida, Stendhal, François Truffaut… pero de Vallejo, nada. Preguntamos al guardia de turno, quien con una francesísima sonrisa en el rostro nos señaló el horizonte: “Tal vez en Père-Lachaise”, respondió.
Para cuando llegamos al cementerio de Père-Lachaise, al este de la Ciudad Luz, ya había transcurrido cerca de una hora –incluida la parada para preguntar dónde demonios estábamos y para templar los ánimos con una cervecita–. Aquí, ¡oh sorpresa!, también estaba enterrada Dalida, además de Miguel Ángel Asturias, Balzac, María Callas, Chopin, Jim Morrison, Edith Piaf y Oscar Wilde, entre otros. La prisa y lo enorme del cementerio impidió tomar fotografías; la idea era también visitar la ciudad antes de que anochezca, pero el objetivo seguía siendo Vallejo. Y de él, de nuevo, nada.
Reemprendimos la marcha hacia el suroeste, al último de los cementerios: Montparnasse. Serge Gainsbourg, Man Ray, Sartre, Simone de Beauvoir, Guy de Maupassant, Charles Baudelaire… ¡Vallejo!, decía la lista numerada. Elsa y yo nos miramos sonrientes, ignorantes de que para encontrarlo aún pasarían otras dos horas.
Avenue de l’Est cruce con Allée Lenoir, era la dirección del vate. Porque en París hasta los muertos tienen dirección. El problema es que el mapa, como nos hizo saber otro guardia, no era exacto. “Tienen que buscarlo”, nos dijo con una voz literalmente de ultratumba, entre graznidos de cuervos y un viento salvaje.
Rato después, una bandera peruana arrugada nos marcó el lugar de pura casualidad… o tal vez el mismo poeta fue quien sacó a secar sus prendas al sol de la tarde. Me emocioné al darme el lujo de escribir sobre la tumba de Vallejo para dejar una constancia de la visita, aunque el papel hace rato debe haber volado entre otras tumbas. Y esta será la única descripción que haré del evento.
De la lápida, es deber repetir las palabras que han quedado para siempre escritas:
César Vallejo
1892-1938
Quien quiso reposar en este cementerio
Y más abajo, las palabras finales de su querida Georgette:
“Tanto he nevado
para que tú duermas”.
Después, solo quedó sentarse a tomar una buena copa de vino en La Réserve de Quasimodo, en homenaje

Nota original: http://diario16.pe/noticia/39817-guia-para-no-buscar-vallejo-en-paris

Los 70 de Susana

Susana Baca cumple hoy 70 años, muy bien cumplidos.
Pocas veces un personaje tan talentoso, humilde y carismático anda por el mundo mostrando no solo nuestra cultura, sino también una visión clara de la historia y sociedad del Perú.

Si cabe hablar de herederos y  herederas musicales, el espíritu musical de Chabuca Granda sigue vivo en esta intérprete, que une una excepcional voz a una capacidad alucinante para apoderarse de las letras cuando canta. Las hace suyas, las vive.

"Mapa de música, claro de río, fiesta de fruta", canta en su interpretación de Poema, de Carlos Oquendo de Amat.

Aquí en el programa argentino Encuentro en el Estudio, conocido por la calidad musical que le imprime a las presentaciones de artistas latinoamericanos. El de Susana es, de lejos, uno de los mejores que he visto en mi vida. Atención a las pequeñas partes en las que la entrevista.
A romper cajones!
‪#‎saludaasusana‬

Susana Baca: Encuentro en el Estudio

jueves, abril 24

El Aleph, de Jorge Luis Borges

La primera vez que leí este libro, el maravilloso razonamiento de la longevidad eterna en El Inmortal me partió en dos el mundo. En medio del calor de la lectura deseé por un momento ser ese inmortal; luego la miseria de su eternidad le dio valor a la vida por sí misma.

Sin embargo, fue en el Aleph donde descubrí que el mundo solamente es ya un universo.

"En la calle, en las escaleras de Constitución, en el subterráneo, me parecieron familiares
todas las caras. Temí que no quedara una sola cosa capaz de sorprenderme, temí que no
me abandonara jamás la impresión de volver. Felizmente, al cabo de unas noches de
insomnio, me trabajó otra vez el olvido."



https://www.dropbox.com/s/mlyi8u5wc9dxtqj/Jorge%20Luis%20Borges%20-%20El%20aleph.pdf

miércoles, abril 23

Los Siete Locos, de Roberto Arlt

“Yo creía que el alma me había sido dada para gozar de las bellezas del mundo, la luz de la luna sobre la anaranjada cresta de una nube, y la gota de rocío temblando encima de una rosa. Mas, cuando fui pequeño creí siempre que la vida reservaba para mí un acontecimiento sublime y hermoso. Pero a medida que examinaba la vida de los otros hombres, descubrí que vivían aburridos, como si habitaran en un país siempre lluvioso, donde los rayos de la lluvia les dejaran en el fondo de las pupilas tabiques de agua que les deformaban la visión de las cosas. Y comprendí que las almas se movían en la tierra como los peces prisioneros en un acuario. Al otro lado de los verdinosos muros de vidrios estaba la hermosa vida cantante y altísima, donde todo sería distinto, fuerte y múltiple, y donde los seres nuevos de una creación más perfecta, con sus bellos cuerpos saltarían en una atmósfera elástica (...) Es inútil, tengo que escaparme de la tierra”.


 Acceso total a la novela en:

https://www.dropbox.com/s/5xqvo4keh0lh41h/arlt-roberto-los-siete-locos.pdf

miércoles, febrero 15

Paul McCartney y Los Wachiturros

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Leì la noticia de que « Quièn es Paul MacCarney » se habìa convertido en Trending Topic. Algo seguramente en esa frase pueda llamar tambièn  tu atenciòn, por eso te recomiendo seguir leyendo.
La primera parte, seguramente ofenda o moleste a quienes saben que la historia que Paul McCarney, Jhon Lennon, Ringo Star y George Harrison escribieron pertenecen a muchos de los momentos cumbres de la mùsica como fenòmeno social o simplemente porque lo vivieron, sin saber lo que significò en su momento, pero disfrutando las dimensiones que la mùsica comenzaba a explotar: el efecto en todo el mundo como medio de expresiòn del cuerpo, en grupo, o como idea respecto a la vida . Eso, para traducirlo, quiere decir que si tù bailas el wachiturro en un concierto, probablemente deberìas agradecerle una parte de esa diversiòn al viejo Paul y al resto de esa gente.
Y tengo razones poderosas para pensar que la mayorìa de quienes sì saben quièn es Paul MacCartney no saben lo que es Trending Topic, que en correcto  castellano significa la frase, arenga o pregunta que màs se menciona en Twitter, la pizarra virtual que conecta al mundo en internet, en tiempo real y gratuitamente. Eso da una informaciòn acerca de lo que le interesa, en este preciso momento, a varios millones de personas.
Digo, pensè en titular esto "Paul McCartney es tu viejo, estùpido", pero ni bien empecè a escribir el tìtulo me preguntè si era en realidad por el viejo Paul que sentìa incomodidad al repetir "Quièn es Paul McCarney?"como un alucinado, si realmente debìa sentirme casi personalmente aludido con esa frase insultante hacia… hacia què? Hacia Los Beatles? Hacia el Rock? Y esta frase  insultante, hecha por quienes?
No, no ha sido por el mùsico inglès, no ha sido por ti, que tienes el wachiturro en tu lista del mp3, que me ha sacudido la noticia. En el fondo es porque esas dos ideas asociadas (La pregunta « Quièn es Paul MacCartney? » y el concepto « Trending Topic »), que antes eran imposibles de concebir, ahora existìan en una sola. Digo mejor : Antes Paul McCarney era parte del imaginario popular, y los Trending Topic no tenìan el poder suficiente para poner en tela de juicio lo que los productores de los Grammys consideraban « de moda « . Es obvio, el tiempo no pasa en vano, solo que nunca fue tan obvio como ahora.
Una forma correcta de decirlo tal vez serìa màs o menos asì: « y ahì nomàs, frente a todos, pero sin que nadie se de cuenta, dos generaciones se determinaron a sì mismas, cerraron filas y se formaron, existieron ».
Claro, es normal pensar que la idea « què importa saber quièn es un rockero de un viejo grupo » es comparable a pensar « què me importa a mì saber lo que màs sale en internet». Y lo es porque, finalmente, es verdad para para quien pronuncia cada una de ellas.

jueves, febrero 9

Chau, Flaco


Creo que Luis Alberto Spinetta era mi amigo. No digo un modelo a seguir o el propietario de la verdad, que quede claro. Pero me atrevo a decir que era mi amigo. Lo digo en serio, aunque nunca lo conocì. Bien se dice que ni siquiera uno mismo llega a conocerse en realidad. Nunca lo vi "en vivo y en directo", ni cuando pasè, en aquel 2005, por la puerta del Marìa Angola con la vana esperanza de poder oìr desde fuera su concierto, un ratito nada màs camino a mi casa, cruzando el Olivar, màs allà, como siempre por entonces, con el discman a duras penas aguantando la caminata. Apenas si le encontrè, màs tarde en youtube,  unos pocos vìdeos en concierto, ninguno de ellos correspondiente a esa difìcil noche.
Pero, lo repito, era mi amigo.
Lo era en principio porque, como todos los amigos, nunca escuchaba. Un amigo sabe lo suficiente de ti como para no necesitar oìrlo todo, o nada, y aùn asì ensayar una respuesta, la frase o la palabra precisas. A veces, es cierto, no atinaba el consejo. Otras, estaba de malas y decìa cualquier cosa.  Tambièn llegaba, cada cierto tiempo, con nuevas dudas y reflexiones, y dejaba la sensaciòn de no haberlas contado –o cantado- tanto por pedir una respuesta, sino màs por compartir la angustia de la pregunta. Como los amigos, claro.
Desde que lo conocì, y hasta la ùltima vez que le oì decir algo, querìa apresar la luz sòlo para liberarla inmediatamente, verla volar desde sus manos. No sè si se diò cuenta de que lo logrò, muchas veces.
Alguna vez me animò para salir de casa, alguna otra se aparecìa en una reuniòn de amigos, que tambièn eran los suyos. 
Còmo no considerarlo uno de ellos, entonces?
No es la intenciòn hablar en un blog de su obra. Alguien seguro se animarà a hacerlo en un libro alguna vez. O en una enciclopedia -parafraseando a Vallejo, perdòn por la tristeza-. No se puede entender la Gran Muralla China viendo fotografìas de ella, aunque sì se puede imaginar su grandeza.
Lo ùnico importante ahora es recordar lo que dejò en cada uno de quienes lo escuchamos: màs preguntas que respuestas, tarea pendiente, una hermosa mùsica. Que al final, entre lo inapelable y lo inaplazable, eligiò lo segundo.
Y mientras escribo esto lo pienso mejor y me doy cuenta de que me equivoco, de que en realidad el Flaco no era mi amigo. El Flaco es mi amigo y muy probablemente lo siga siendo, mientras en un parlante, un par de audìfonos o una voz siga sonando la « Cantata de puentes amarilos », mientras camino –esta vez de paseo- a travès del Olivar, pensando que con amigos asì sòlo queda escuchar « El enemigo ».

domingo, agosto 1

El tuerto universo en su ojo azul me contiene

Una cosa posible, como un espejo
contra la pared
solo contra la pared
o el humo
a pesar de la neblina,
tiempo de sobra
a pesar del tiempo.

Bajo la posible esperanza de un nuevo día descansan, al abrigo
los sueños
un secreto envuelto en un secreto
un día como este o cualquier día.

Aún pierdo el tiempo confiando en mi imaginación, lo confieso
lo seguiré haciendo, no dudo.
Y entonces el espejo, la neblina
el humo sobre todo
el tiempo,
entonces la respuesta y tu boca
el tiempo sobre todo, de nuevo
y mi Imaginación.

sábado, septiembre 26

Not alone

ante la agonía de una palabra
extiendo la cuerda del silencio
alrededor del frágil cuello
que sostiene su cabeza

Ella quiere vivir en frases
llenas de sutil agonía
aquello dicho al alba
dicho y no repetido.

sábado, septiembre 19

Cuando quién es tanto

No me preguntes quién es hoy
Hoy no es nadie, acaso apenas la sombra de alguien
En un atardecer, cuando la luna asoma.

Dime cualquier cosa
Lo que quieras, que lleve tu aliento
Dime adiós y dilo lentamente
Dime ven, ya no importa lo lejos.

Y esta soledad que he construido
Que he calculado fría y desapasionadamente
Puedo oírla venir, oír que respira,
la ingenua
Cree que me abriga con su frío abrazo.

Nos he borrado la sonrisa, compañera
Estoy seguro
O tal vez no quiero ver que te ayudo
Que te libero de este puñal
Que no apresan mis dientes

o de estas diez cuerdas que ahorcan
en silencio todo lo que amo.