miércoles, febrero 15

Paul McCartney y Los Wachiturros

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Leì la noticia de que « Quièn es Paul MacCarney » se habìa convertido en Trending Topic. Algo seguramente en esa frase pueda llamar tambièn  tu atenciòn, por eso te recomiendo seguir leyendo.
La primera parte, seguramente ofenda o moleste a quienes saben que la historia que Paul McCarney, Jhon Lennon, Ringo Star y George Harrison escribieron pertenecen a muchos de los momentos cumbres de la mùsica como fenòmeno social o simplemente porque lo vivieron, sin saber lo que significò en su momento, pero disfrutando las dimensiones que la mùsica comenzaba a explotar: el efecto en todo el mundo como medio de expresiòn del cuerpo, en grupo, o como idea respecto a la vida . Eso, para traducirlo, quiere decir que si tù bailas el wachiturro en un concierto, probablemente deberìas agradecerle una parte de esa diversiòn al viejo Paul y al resto de esa gente.
Y tengo razones poderosas para pensar que la mayorìa de quienes sì saben quièn es Paul MacCartney no saben lo que es Trending Topic, que en correcto  castellano significa la frase, arenga o pregunta que màs se menciona en Twitter, la pizarra virtual que conecta al mundo en internet, en tiempo real y gratuitamente. Eso da una informaciòn acerca de lo que le interesa, en este preciso momento, a varios millones de personas.
Digo, pensè en titular esto "Paul McCartney es tu viejo, estùpido", pero ni bien empecè a escribir el tìtulo me preguntè si era en realidad por el viejo Paul que sentìa incomodidad al repetir "Quièn es Paul McCarney?"como un alucinado, si realmente debìa sentirme casi personalmente aludido con esa frase insultante hacia… hacia què? Hacia Los Beatles? Hacia el Rock? Y esta frase  insultante, hecha por quienes?
No, no ha sido por el mùsico inglès, no ha sido por ti, que tienes el wachiturro en tu lista del mp3, que me ha sacudido la noticia. En el fondo es porque esas dos ideas asociadas (La pregunta « Quièn es Paul MacCartney? » y el concepto « Trending Topic »), que antes eran imposibles de concebir, ahora existìan en una sola. Digo mejor : Antes Paul McCarney era parte del imaginario popular, y los Trending Topic no tenìan el poder suficiente para poner en tela de juicio lo que los productores de los Grammys consideraban « de moda « . Es obvio, el tiempo no pasa en vano, solo que nunca fue tan obvio como ahora.
Una forma correcta de decirlo tal vez serìa màs o menos asì: « y ahì nomàs, frente a todos, pero sin que nadie se de cuenta, dos generaciones se determinaron a sì mismas, cerraron filas y se formaron, existieron ».
Claro, es normal pensar que la idea « què importa saber quièn es un rockero de un viejo grupo » es comparable a pensar « què me importa a mì saber lo que màs sale en internet». Y lo es porque, finalmente, es verdad para para quien pronuncia cada una de ellas.

jueves, febrero 9

Chau, Flaco


Creo que Luis Alberto Spinetta era mi amigo. No digo un modelo a seguir o el propietario de la verdad, que quede claro. Pero me atrevo a decir que era mi amigo. Lo digo en serio, aunque nunca lo conocì. Bien se dice que ni siquiera uno mismo llega a conocerse en realidad. Nunca lo vi "en vivo y en directo", ni cuando pasè, en aquel 2005, por la puerta del Marìa Angola con la vana esperanza de poder oìr desde fuera su concierto, un ratito nada màs camino a mi casa, cruzando el Olivar, màs allà, como siempre por entonces, con el discman a duras penas aguantando la caminata. Apenas si le encontrè, màs tarde en youtube,  unos pocos vìdeos en concierto, ninguno de ellos correspondiente a esa difìcil noche.
Pero, lo repito, era mi amigo.
Lo era en principio porque, como todos los amigos, nunca escuchaba. Un amigo sabe lo suficiente de ti como para no necesitar oìrlo todo, o nada, y aùn asì ensayar una respuesta, la frase o la palabra precisas. A veces, es cierto, no atinaba el consejo. Otras, estaba de malas y decìa cualquier cosa.  Tambièn llegaba, cada cierto tiempo, con nuevas dudas y reflexiones, y dejaba la sensaciòn de no haberlas contado –o cantado- tanto por pedir una respuesta, sino màs por compartir la angustia de la pregunta. Como los amigos, claro.
Desde que lo conocì, y hasta la ùltima vez que le oì decir algo, querìa apresar la luz sòlo para liberarla inmediatamente, verla volar desde sus manos. No sè si se diò cuenta de que lo logrò, muchas veces.
Alguna vez me animò para salir de casa, alguna otra se aparecìa en una reuniòn de amigos, que tambièn eran los suyos. 
Còmo no considerarlo uno de ellos, entonces?
No es la intenciòn hablar en un blog de su obra. Alguien seguro se animarà a hacerlo en un libro alguna vez. O en una enciclopedia -parafraseando a Vallejo, perdòn por la tristeza-. No se puede entender la Gran Muralla China viendo fotografìas de ella, aunque sì se puede imaginar su grandeza.
Lo ùnico importante ahora es recordar lo que dejò en cada uno de quienes lo escuchamos: màs preguntas que respuestas, tarea pendiente, una hermosa mùsica. Que al final, entre lo inapelable y lo inaplazable, eligiò lo segundo.
Y mientras escribo esto lo pienso mejor y me doy cuenta de que me equivoco, de que en realidad el Flaco no era mi amigo. El Flaco es mi amigo y muy probablemente lo siga siendo, mientras en un parlante, un par de audìfonos o una voz siga sonando la « Cantata de puentes amarilos », mientras camino –esta vez de paseo- a travès del Olivar, pensando que con amigos asì sòlo queda escuchar « El enemigo ».