martes, agosto 26

El aparecido

aquí no estoy,
he dejado
de ser

algo en mí se alimenta de
su propia ausencia
¿es normal?

no sé

es casi como
casi como si
en una fotografía
estar en gesto de querer
decir

o estoy
casi como si
la distancia
vuelta ceniza se incendiase
casi
como si
llover fuera un sujeto
que llueve y llueve
como si casi
me tragase una nube
yo me
tragase, completa
toda una nube

no estoy aquí,
me he dejado
sin embargo
me puedo ver
y no hay espejos.

miércoles, agosto 6

La habitación de los grandes

A veces me da por acercarme a la habitación que, cada noche, permanece vedada a mí. Pego la oreja a la bisagra intermedia, escucho los jadeos. Ellos no se saben espiados, o seguramente creen que, a mi edad, ese tipo de situaciones carecen de sentido.


A continuación, aplico el ojo a la cerradura, buscando un retazo del acto tras la puerta, una rodilla fugaz, un muslo escapando veloz al pudor que las sábanas pretenden crear. Entiéndase que no es morbo ni nada parecido: sólo busco retener en la memoria los principios de la vida -de mi vida misma-, el movimiento.



Luego, al amanecer, simplemente me detengo. Mis músculos se contraen, mis facciones vuelven a la nada. Durante el día -su día- duermo, o finjo dormir por intervalos en los cuales mis sentidos acumulan fuerzas, hasta que vuelve la noche.



...



- ¿No te parece extraño que tu padre, sin poder caminar ni hablar, aparezca cada mañana con silla de ruedas y todo a la puerta de nuestro cuarto?

- Por favor, Connie, no digas tonterías, el viejo ni siquiera puede moverse, o hablar...

viernes, agosto 1

no me digas que no entiendes esto

... y separo alma de sangre

para sonreírle al alba

vuelvo y me vuelvo a ir

-pienso, en la carretera-

siempre hacia el sur

hacia la sal

bajo las pestañas...