...y voltear, y ver la luna de fondo, la chica caminando hacia mí como quien no, y con esa falda, un cigarrillo apagado entre los dedos de una mano que se eleva hacia mi rostro:
-¿Tienes...?
-Claro, toma -soy un idiota-
-Y... ¿qué haces por aquí?
-Miraba... -sigo siendo un idiota-
-Lo noté. Pero estás solo, y no tomas nada. ¿Eres gay?
-Vete a la mierda, mujer.
-No, no eres gay. Tal vez un poco torpe para ligar, eso sí.
-¿Ligar?
-Ligar, hijo, gilear, si quieres.
-¿Y tú? ¿Eres española o cobradora de combi?
-Un poco de ambas, en mis ratos libres...
-¿Y a qué te dedicas, que te da tiempo para hablarle tonterías al primer desconocido que te cruzas?
-Hace rato que te observo, así que desconocido...mmmno, ya no eres. Es sábado por la noche, esto es Barranco, y tú te has pasado la última media hora, al menos desde que llegué, aquí sentado con esa pinche libretita negra y ese lapicero. ¿Qué eres, escritor? Yo creo que sólo lo haces para parecer interesante.
-Parece que funciona, entonces.
-Sí, funciona.
-Me pareció oirte decir
pinche libretita. ¿Mexicana ahora?
-No me jodas. Es el maldito messenger.
-Debes tener varios contactos internacionales, entonces.
-No tantos, pero sí, tengo algunos contactos de otros países.
-Aún no me dices a qué te dedicas.
-A conocer completos desconocidos.
-Pero, debe haber algún requisito...
-Sí. Que, en vez de prenderme el cigarrillo, me lance el encendedor a un metro, como para que no me acerque.
-Y que parezca gay...
-Pero no eres, ¿no?
-¿Sigues?
-Te estoy jodiendo, precioso. Es que hay tipos...
-¿Eres puta? -a ver si te gusta esto de los malentendidos-
-Sí.